viernes, 30 de diciembre de 2011

ELEGUA


Cuenta una leyenda que en un espartal a media legua del castillo de Madrid, los moros guardaban sus prisioneros, a éstos solo se les permitía poder ser alimentados con los víveres que trajeran sus niños, pues podría ser peligroso que lo hicieran las mujeres u otros hombres.

Todos los días un niño vestido de peregrino pasaba la guardia musulmana llevando una cesta con comida con la que atender a los pobres cautivos, nadie sabía quién era, pero a todos satisfacía, así que corrió el rumor y se extendió la noticia de que se trataba del mismísimo Dios hecho niño.

Al ser un atochar el lugar donde se cría el esparto, en éste lugar, junto a la virgen negra de Atocha se creció con el tiempo el culto al Santo Niño de Atocha, quién vestía de peregrino y portaba junto a los atributos de los romeros a Santiago una cesta llena con el pan nuestro del cautivo. El propio rey Sabio don Alfonso X lo contó entre sus cantigas.

A la conquista del Nuevo Mundo no solo acudieron los hombres de España, con ellos viajaron sus cultos, con lo que nuestro niño de Atocha debió embarcar hacia América de la mano de un madrileño. Yendo a parar a México, al pequeño pueblo de Fresnedillo en Zacatecas, en donde el pequeño niño se hizo grande en devociones.

No solo la llegada de los conquistadores influyó a la Nueva España, también, calladamente, fueron llegando de África los esclavos y sus religiones. Al final en aquel gran crisol se fundieron todas las creencias de la gente humilde en un nuevo culto, mezcla de los tres continentes que unieron sus sangres, una religión sincrética afro-europeo-americana, la Santería.

Sus oihás o deidades adquirieron rostros conocidos, por lo que nuestro pequeño y Santo Niño de Atocha vino a llamarse Elegua, y con tal nombre en su pasaporte volvió a cruzar en charco quinientos años después, para tener presencia de la Vieja España de la que había salido en su más tierna infancia. Hoy no es raro encontrarle en los escaparates de cualquier tienda de santeros.

En su faceta original El Santo Niño es patrón de los encarcelados injustamente, cuya misión es la de proteger a los viajeros y rescata a la gente en peligro. Ahora bien su imagen reflejada en Elegua tiene la misión de abrir y cerrar las puertas de las encrucijadas por ser el dueño y señor de los 21 caminos, así como conducir las almas al final del mundo terrenal. Una mezcla entre el cristiano San Cristóbal, el griego Hermes o el romano Jano.

Hacía tiempo que conocía su presencia en las atractivas vitrinas de las santerías, pero un día decidí adquirir su figurita en resina “made in Italia” e investigar un poco sobre él y su culto, así hallé esta atractiva representación que por su colorido y por llevar el niño una vela en la mano se me hizo muy propia para arrobármela como felicitación navideña.

Como una cosa encadena a la otra y con el conocimiento de lo que significa el cirio en la iconografía iniciática, pensé que toda su carga simbólica se alineaba para facilitarme el logo anhelado para mi proyecto IDEA. La mágica serendipia del Camino en contubernio se conjuraban para encontrarme a mi en lugar de yo buscarlo.

La representación de un candil encendido en una puerta viene a significar que al traspasarla encontramos un lugar donde se aloja la luz del conocimiento.

No en vano Dios hecho hombre anunció: “Ego lux mundí” –Yo soy la luz del mundo, a la vez que encomendaba a sus discípulos llevar esa luz a los confines del mundo. El primero de esos fanales fue el Apóstol Santiago quién trajo la luz a los gentiles hasta el fin del mundo occidental, el Finisterre gallego.

Puntualizando,  Elegua va a servir para cerrar puertas y volver al punto de partida o entrada, ya que es el señor de las encrucijadas a través de él nos llevará a uno de sus múltiples caminos; Detrás de su luz está el conocimiento, -o al menos se intentará-; Y finalmente la imagen es la de una globalización de países o culturas unidas en la figura de un peregrino, un aparente inocente Niño peregrino investido con todos sus atributos, viera, bodón y calabaza.

                 

1 comentario:

  1. Bonita Leyenda esta del Santo Niño de Atocha, que se fue a "hacer las Americas",... Triunfo y regreso con nombre reciclado, ELEGUA, que ahora tu, querido amigo, bienes a usar como logo para tu proyecto IDEA, a la vez que te sirvió como bonita e original Estampa Navideña de Felicitación, que dices "...se me hizo muy propia para arrobármela como felicitación navideña." y yo te plagie para el mismo fin.

    Gracias Amigo Una vez mas por hacernos participes de tus "investigaciones" Jacobeas.

    Un Cordial Saludo, y...

    Feliz 2012

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